Carrot cake

Os dejo con una receta de carrot cake normal pero con decoración para la pasada noche de halloween, solo por darle un toque especial, pero se puede prescindir perfectamente de la decoración.

Ingredientes:

  • 240 gr de aceite de girasol.
  • 280 gr de harina.
  • 200 gr de azúcar moreno.
  • 4 huevos.
  • 400 gr de zanahorias.
  • 1 cucharilla de impulsor.
  • 1 cucharilla de bicarbonato.
  • 1 cucharilla de sal.
  • 1 cucharilla de canela en polvo.
  • 1 puñado de nueces.
  • 500 gr de azúcar glacé.
  • 250 gr de queso crema.
  • 250 gr de mantequilla.
  • 2 claras (para los huesos).

Preparación:

Lo primero que he hecho ha sido pelar y rallar las zanahorias para tenerlas listas.

Vamos a empezar poniendo en un bol grande los huevos con el azúcar moreno y batimos hasta que quede bien integrado.

Seguido añadimos el aceite y seguimos batiendo.

Lo siguiente es añadir la zanahoria rallada. A partir de ahora usaremos la lengua para remover.

Ponemos en un colador la harina con el impulsor, el bicarbonato y la sal y vamos tamizando sobre el resto de la mezcla. Removemos suavemente con la lengua para ir integrando la harina poco a poco. Al final añadimos unas pocas nueces troceadas y la canela.

Encamisamos un molde y vertemos la mezcla.

Metemos al horno precalentado a 180º. En mi caso como era relativamente fina ha tardado 45 minutos en el horno, pero vigilar en función del grosor que os coja. Para comprobarlo pinchar con el palillo y que salga seco.

Cuando lo tengamos horneado dejamos enfriar.

Una vez frió podemos ponerle la cobertura. Para ello batimos la mantequilla pomada, y vamos añadiéndole el azúcar glacé. Por último añadimos el queso crema y terminamos de mezclar.

Partimos por la mitad el bizcocho, rellenamos con la cobertura, cerramos y cubrimos todo.

Para la decoración de halloween lo único que he hecho ha sido poner medio baso de azúcar glacé con unas gotas de agua hasta que se hiciese una pasta un poco liquida y añadirle colorante alimentario.

Y los huesitos no son mas que merengue secado al horno a temperatura baja con ventilador. (Los huesitos son para comer en el día, ya que en el frigorífico se estropean)